Babichka la abuela
La Abuela, ¡ay la abuela! no para de charlar.
Creado
por Caerlynn en 1994
Tiempo de fabricación : 150 horas
18 hilos
Tiempo de fabricación : 150 horas
18 hilos
Tamaño
: 51 cm
Peso
: 1680
gramos
Cabeza
:Papel
machéPiernas
y brazos : Haya
Manos y Pies : Olmo
El
moldeado de la cabeza se hizo en alguna parte, muy en la
cumbre, entre
musgo verde y rocas, allí donde se sienta la Dama Pirenos:
En un lugar "silenciomaravilloso" que no será revelado aquí. Para hacerse, fue
necesario una buena arcilla, libre de raíces y piedras ... las cosas bonitas
se hacen sin impedimentos.
Sin embargo lo que pasó fue:
Cuando, algunas semanas más tarde, hizo falta preparar el molde, la cabeza
estaba tan seca y dura como una piedra . Pero, para seguir los trabajos, la arcilla debía ser flexible.
La cabeza fue regada varias veces en el fondo de un plato hondo, : ¡Suavemente... pero no bastante... entonces hop! ¡un poco más... luego demasiado! Como un castillo de arena terminó por desaparecer en el fondo de dicho plato...
¡A volver a empezar!
Esto no impidió a Babichka ver la luz al cabo de 150 horas de trabajo.
Para hacer las manos, encontramos un olmo detrás del campamento, un
verdadero placer para sus dedos curvados. Entonces, Babichka se convirtió en
una gran narradora, llena de humor y su autoridad no se discute.
musgo verde y rocas, allí donde se sienta la Dama Pirenos:
En un lugar "silenciomaravilloso" que no será revelado aquí. Para hacerse, fue
necesario una buena arcilla, libre de raíces y piedras ... las cosas bonitas
se hacen sin impedimentos.
Sin embargo lo que pasó fue:
Cuando, algunas semanas más tarde, hizo falta preparar el molde, la cabeza
estaba tan seca y dura como una piedra . Pero, para seguir los trabajos, la arcilla debía ser flexible.
La cabeza fue regada varias veces en el fondo de un plato hondo, : ¡Suavemente... pero no bastante... entonces hop! ¡un poco más... luego demasiado! Como un castillo de arena terminó por desaparecer en el fondo de dicho plato...
¡A volver a empezar!
Esto no impidió a Babichka ver la luz al cabo de 150 horas de trabajo.
Para hacer las manos, encontramos un olmo detrás del campamento, un
verdadero placer para sus dedos curvados. Entonces, Babichka se convirtió en
una gran narradora, llena de humor y su autoridad no se discute.
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